Una vez detectado un grupo de gatos

callejeros y decidida la creación de

una colonia urbana, son muchos los

problemas que pueden ir surgiendo y a los que hay que ir encontrado solución.


Informarse y dejarse asesorar puede ser fundamental. Es importante determinar la ubicación de la colonia. Lo ideal por supuesto siempre es intentar que los gatos puedan quedarse en el lugar que ellos mismos han elegido, pero muchas veces la situación ha llegado al límite y los vecinos o propietarios no aceptan la presencia de los gatos. Los motivos por los que se suelen aborrecer las colonias están siempre relacionados con su reproducción:


  1. ViñetaVagabundear

  2. ViñetaPeleas

  3. ViñetaMaullidos

  4. ViñetaMarcaje con orina

  5. ViñetaNacimiento de gran número de crías


Una gata puede llegar a parir unos 12 o 15 gatitos al año, de los que sobrevivirán menos de la mitad, pero que a su vez podrán reproducirse, ya incluso desde los 5 o 6 meses de edad. Los gatitos mueren a causa de enfermedades infecciosas, con mayor prevalencia cuanto mayor sea el número de gatos que cohabiten en una colonia. La imagen de gatos enfermos no resulta atractiva, ni tan siquiera para personas que muestren indiferencia hacia los animales.


Para conseguir que el vecindario entienda los beneficios de la creación de una colonia controlada, siempre se debe de informar adecuadamente sobre los beneficios de TNR (trap-neuter-return = capturar-esterilizar-soltar). Ellos no saben que:


  1. ViñetaA los gatos se les proporcionará comida, cobijo y asistencia veterinaria de forma regular.

  2. ViñetaLos gatos viven desde hace tiempo en ese territorio y difícilmente se habituarán a otro lugar.

  3. ViñetaLos gatos han creado vínculos afectivos entre ellos, incluso a veces con la persona que los alimenta, pero no son domésticos para ser adoptados en una casa.

  4. ViñetaLos gatos no supondrán un riesgo de contagio de enfermedades, ni para personas, ni otros animales.

  5. ViñetaEsterilizando y controlando una colonia se reduce rápidamente el número de gatos asilvestrados de la zona.


Es imprescindible la autorización del propietario del lugar o el consentimiento de la comunidad de vecinos. Si se logra llegar a un acuerdo, todo el mundo estará conforme con el resultado final e incluso habrá más voluntarios dispuestos a colaborar en el proyecto.

COLONIAS URBANAS

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